No me ha gustado nada el resultado electoral. No entiendo casi nada de política, ni de economía pero entiendo bastante del genero humano, que no es lo mismo pero es igual. Aceptar y respetar las contradicciones humanas.
Me lo he tomado como una oportunidad para pensar (espero que en el sentido correcto), para intentar comprender, para escuchar, para rectificar si hiciera falta.
El espasmo convulso de movimiento 15-M; recibido con ilusión, con esperanza pero también con calma, con paciencia, dejando paso e intentando no dar por supuesto ni lo obvio. A ver... a ver...
Desde esta postura que pensaba yo era conciliadora en su forma y revolucionaria en su fondo, ya digo, de esperanza contenida, he tratado de dialogar ( bueno; mucho más de andar por casa, de mantener una conversación mínimamente coherente y respetuosa) con algunos compañeros “del otro bando”, los del PP. Claramente. Compañeros de trabajo a los que aprecio y creo me aprecian, con los que comparto buenos momentos, risas y mucho sexo oral. Ha sido imposible. Muy triste.
He sentido un golpe en el estómago, como cuando se te corta la digestión y empiezas a sentirte mal. No he visto aprecio, ni respeto por el otro. No quiero ni pensar cómo habla esta gente “en general”, refiriéndose “en general” a todos aquellos a los que no conocen. No hay interés por acercar posturas, por aceptar, por intentar entender. No hay ningún intento de nada, todo se da por supuesto, sin opción, sin salida. Te acorralan. Ladran, hablan deprisa, muy deprisa. Se miran entre ellos, ríen. Se ríen de todo lo que es diferente, no digamos opuesto. Vocean, refuerzan entre ellos sus argumentos. Insultan, descalifican, no escuchan porque de nuevo vocean y ladran. Siguen usando el término “rojo”, “rojos”, “rojos de mierda”....Triste.
Nunca dudo de mi orientación que no es sólo política o económica, sino vital. Siempre he sabido en qué lado estaba y dónde quería posicionarme. Y cuando me encuentro con gente así, gente que me duele de verdad y a pesar de la experiencia y la calma que creo me caracteriza, siento con mucha más claridad y lucidez que he elegido la posición correcta.