domingo, 17 de abril de 2011

¿Realmente el hombre bajó del árbol?

Escucho estupefacta una vez más en fechas vacacionales, una noticia relacionada con hoteles rurales y vacaciones-aventura respecto al creciente auge y entusiasmo que suscita pasar unos días en plena naturaleza alojándote en un cabaña sobre un árbol.
Un “run-run” constante en mi cerebro desde la comida hasta después de la siesta me hace buscar en Internet. 1.480.000 resultados al respecto. Me cuesta creerlo.

“Cabañas en los árboles ofrece a los amantes de la naturaleza el gozo de entrar en contacto directo con el árbol y su ecosistema, de saborear los placeres de un exilio entre el follaje, y pernoctar en un nido situado en el entramado de las ramas de un majestuoso árbol.
Las cabañas, de 30 metros cuadrados de superficie, no tienen agua corriente. Ni electricidad, ni televisión. Pero hay algo aún mejor: no reciben cobertura para el teléfono móvil, ni WIFI para el ordenador portátil. Será muy difícil que alguien interrumpa esta experiencia única de conexión con la madre naturaleza, esta bucólica huida de la civilización. ¿El precio? Cien euros la noche para dos personas. Pueden alojarse hasta cuatro huéspedes en las cabañas, a las que se accede a través de una angosta, estimulante pasarela y una empinada escalera
, al estar colgadas en los árboles
 Cualquier persona en condiciones físicas normales puede acceder a las cabañas. La restricción para menores es de 10 años.
En cada cabaña se dispone de linternas y velas así como agua y lavamanos. El WC es biodegradable y se recicla en forma de compostaje.
El desayuno se sirve en las cabañas en una cesta. (...)”


Releo el texto varias veces, no sé por dónde empezar...

“Gozo directo de entrar en contacto con el árbol y su ecosistema” .Esto debe ser el  bosque. Osea, que hay gente que paga 100e por el gozo de entrar en contacto con un árbol y el bosque; que es siempre gratis. Y no se trata de niños precisamente. A mi me gusta la naturaleza, dormir o leer bajo un buen árbol, en el monte. Con un buen bocadillo y una botella de agua fresca. Ya sé que son sólo palabras pero yo precisamente con un árbol... no, no gozo.

“Saborear los placeres de un exilio entre el follaje”. Poético es, la verdad. Y tremendamente absurdo también. Se saborean los sabores y supongo que no se referirá precisamente a comer hierba; por lo del follaje. Además me parece una osadía utilizar el término  “follaje” conociendo la mente calenturienta y simple de los españoles en general. Mas de la  mitad de la población estará pensando en“echar un polvo en el campo”; que no tiene nada de romántico sino de “aquí te pillo, aquí te mato”. Con lo que nos ha costado atrevernos a follar con la luz encendida!

“pernoctar en un nido”. Venga, 100e por pernoctar en un nido. Directamente nos están llamando idiotas y debe haber muchos. Creo que esta gente se leyó primero toda la literatura sobre el auge de la estupidez y que tras una pequeña inversión en construir tales cabañas, se están forrando. Ahora lleguen a casa y le dicen a su pareja si les gustaría “pernoctar en un nido saboreando los placeres de un exilio entre el follaje”. y me cuentan.

Las cabañas no tienen electricidad ni agua corriente y algo mejor, con hay conexión wifi. ¿Cómo nadie puede pensar que es mejor la conexión wifi que el agua corriente o la electricidad?
Asegurarse de ir con alguien con quien no se tenga ni el más mínimo problema, ni de comunicación ni, por supuesto intestinal o de colón. Es decir, con tu perro, por ejemplo. Hay baño, eso sí, lo cual no entiendo. ¿No era el placer de un exilio entre el follaje? ¡Pues a cagar al follaje! Eso sí que sería una experiencia de conexión única con la naturaleza, un buen retortijón sobre la cabaña y vuelta again a la “angosta, estimulante pasarela y una empinada escalera, al estar colgadas en los árboles”. Para unas prisas estamos...

“Será muy difícil que alguien interrumpa esta experiencia única de conexión con la madre naturaleza”. Desde luego, te recuerdo que te has ido con el perro incapaz de convencer a nadie “normal” de compartir contigo semejante experiencia.

“Pueden alojarse hasta cuatro huéspedes en las cabañas” Lo que faltaba, restringir la jarra de agua del lavamanos,  las velas y el uso de la linterna. Cola  mañanera en el bater biodegradable, cola en la “angosta, estimulante pasarela y una empinada escalera”, peleas por la cesta del desayuno. ¿Pero no te habías ido con el perro?

Cualquier persona en condiciones físicas normales puede acceder a las cabañas. Ya...pero... ¿Y psíquicas? ¿Y si el de la cabaña de al lado aulla por la noche?

Lo de que “se recicla en forma de compostaje” se lo podían haber ahorrado. Es información gratuita que nadie ha pedido, nadie en su sano juicio pregunta lo que se hace con su... Eso.

“El desayuno se sirve en las cabañas en una cesta” Que detalle! No especifica si frío, caliente o crudo...

En fín, bajamos del árbol hace 3,2 millones de años y ahora parece que volvemos a subir. Si verdaderamente desea estar en contacto con la naturaleza, salga al monte. Dormir en un saco bajo el cielo, apagar el móvil, echar un polvo en el campo, beber agua de un río, es todo gratis. Hasta pasearse en pelotas y aullar a la luna. Claro que por esto último pueden detenerles y por construir cabañas en los árboles sin agua ni luz, llamarlas “hotel rural” y cobrarnos unos cuantos euros; todavía no.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenísimos tus ocmentarios, yo me apunto a la última parte... dormir en un saco bajo el cielo, apagar el móvil (tampoco haría mucha falta porque seguro que no habría cobertura, beber el agua del río y por supuesto echar el kiki...

Anónimo dijo...

No olvides que en esta España nuestra y fuera también aún hay mucho "gili" que se cree que algo es "bueno" o "el no va más" por quele cuesta una pasta, aunque en realidad le estén TIMANDO.Algunos quizás no bajaron del árbol o simplemte lo que dices quieren volver a subir por que los demás ya no estamos arriba_ellos tienen que ser DISTINTOS_.En cuánto a lo de costar "follar" con la luz encendida es una generalización sobre la que no he visto ninguna encuesta.