Sabía que se volvía a dar protagonismo a las emociones. Baste el movimiento de “Los indignados” como muestra. La indignación es una emoción (me evito la explicación académica del término “emoción” y asumo el riesgo de que cada cual la interprete a su manera).
Hace nada escuché lo peligroso que resulta ser una especie básicamente emocional y en este sentido primitiva, con un uso muy limitado de nuestro potencial cerebral y que tiene en sus manos impresionantes avances tecnológicos. Como dar pistolas a los niños para jugar.
Recabando información sobre Banca Ética, di con la web del I Congreso Humano y me encontré allí con una ponente (Mercè Conangla ) que hablaba sobre “Ecología Emocional”. También tienen web (si pongo el enlace ya no tiene gracia lo que viene a continuación). Aparte del oportunismo del término, que personalmente me rechinó en los oídos, forma parte de las Terapias (psicológicas) de Tercera Generación. Y ya me estoy poniendo pedante....
Estoy de acuerdo en que la gestión emocional adecuada ayuda a contrarrestar el coeficiente de estupidez.
Esto es una pequeña introducción para torpes.
La Ecología Emocional trata de transformar y dirigir nuestra energía de forma que mejore nuestro crecimiento personal, la calidad de nuestras relaciones y un mejor y mayor cuidado de lo que nos rodea. Este planteamiento ofrece un marco NUEVO Y CREATIVO para la educación emocional.
Se basa en que nuestras acciones o su ausencia, tienen impacto en un “clima emocional global”; pudiendo hacer que aumente el equilibrio o desequilibrio del mismo, el sufrimiento o la armonía, la salud o la enfermedad, la destrucción o la creatividad.
Lo seres humanos seríamos por tanto responsables de lo que somos y corresponsables del mundo que tenemos. Para tener una vida “emocionalmente sostenible” hay que reducir la “contaminación emocional”, reciclar las emociones y recursos y recuperar la armonía.
Los principios básicos en los que se fundamenta son:
1.- Todos los afectos son necesarios, las emociones nos dan información valiosa sobre nosostros mismos.
2.- Nuestros afectos no pueden utilizarse de cualquier manera. Somos sistemas abiertos, necesitamos intercambios equitativos con otros. Lo bueno que hacemos impacta positivamente y lo malo perjudica a todos
3.- Nadie es emocionalmente autosuficiente. Nuestra estabilidad emocional depende en gran medida de las relaciones que establezcamos con los demás.
3.- Hay que hacer una buena gestión de los afectos para evitar el agotamiento y la destrucción
Para una adecuada gestión emocional hay que seguir unas leyes:
1.- ayúdate a ti mismo y ayudaras a los demás de forma que estos te ayudaran a ti
2.- no hagas lo que los demás pueden hacer por si mismos
3.- todo lo q hagas a los demás también te lo haces a ti mismo
4.- no hagas a otros lo que te gusta a ti, los gustos son diferentes
5.- no hagas lo que no quieres que te hagan a ti
6.- no podrás hacer ni dar a otros lo que no puedes dar ni hacer para ti mismo
7.- tenemos el deber de hacer limpieza periódica de las relaciones ficticias, insanas y/o de las que no impiden avanzar como personas.
“Puedes ser parte del problema o parte de la solución. Elige.”
Jaume Soler y Maria Mercè Conangla